Escenarios

Camino por el cielo, el cielo salado, con el agua mojándome los pies. Las montañas blancas con marcas de camino. Ondea el mundo, frío y silencioso. Las perspectivas lo definen todo, mientras yo soy devorado por un dinosaurio. 
Muchas espinas, poco oxígeno, muchas espinas pero no me pincho.Y atardece morado, aunque irónicamente atardece más bello en la otra dirección.
La fría noche.
Los soldados de piedra ya no quieren pelear más, prefieren ser admirados. Las tumbas están vacías, ¿será que nunca alojaron a los pequeños muertos?
Me poso sobre la línea que nos une, el imponente coloso es el que nos divide. Las aves nadan y bailan luciendo sus colores, mientras la laguna está teñida de rojo, tocando el blanco y el azul.
Descansé bajo la sombra del árbol (¿o de la piedra?). La mascota come y disfruta, se rie con maldad pensando en lo que nos espera.
La congelada e ingrata noche.
El agua hierve en la oscuridad, y tan pronto comienza a aclarar nosotros también hervimos en ella, aunque lastima más el frío que el calor.
La laguna verde toca a la blanca, el coloso atento las vigila, y el desierto es un lienzo para Dalí.
Hasta que nos despedimos y el frío comienza a cesar.

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