¿En qué pensás?


No he podido identificar bien qué es lo que lo ocasiona, pero a veces mi mente se pone a divagar, se libera y se va a pasear por varios pensamientos, saltando de uno en uno hasta que la detiene algún sonido o algo que la devuelve al presente. Como sucedió hace un momento cuando terminamos de comer.

 

No hace mucho pasaron los dos peores años de mi vida: años de pandemia, de depresión, de insomnio, de muchísimo estrés, de soledad, de frustración y de incertidumbre. Me acompañaba una coneja (Eevee), y la presión de tener que hacer magia para pagar las cuentas.

 

No siempre estaba solo aquí en el aparta, pero casi que cada noche de viernes entendía mejor la frase de Nach que dice:

"Y es que solo fui otra víctima que creía ser verdugo,

del sexo sin compromiso y de su placer mudo,

cansado y harto volví a mi cuarto triste y oscuro,

fue así como comprendí que sin amor no hay futuro"

Una noche cualquiera me encontraba escribiendo sobre la "Probabilidad conjunta en la búsqueda de pareja", pocos días antes de conocerte. Exponiendo que es casi probabilísticamente imposible conocer a alguien que calce con todo lo que uno quiere.

 

Tal vez el amor sí es química, como me dijiste el día antes del que te invité a salir primera vez, pero estoy convencido que hay mucho más que eso. Te confieso que ese día no me caíste bien, y tampoco me gustaste cuando nos presentaron. ¿Cómo va a ser química entonces, si la que se ganó mi corazón fuiste vos misma? Las sustancias de mi cerebro no te quisieron echar una mano (O tal vez yo funciono diferente).

 

En referencia a la charla que tuvimos hace unos días sobre el hecho de que somos polvo de estrellas: Ambos sabemos que hemos estado aquí por millones de años, y estaremos millones más; pero antes no hemos sido nosotros y tampoco lo seremos después. Ahora estamos coincidiendo en este espacio-tiempo, y se me viene a la mente esa frase de Brock que dice: 

"Fuimos fuego en la prehistoria, fuimos el cobre y la plata,

fuimos sangre en la edad media, y algún romance pirata;

fuimos Romeo y Julieta, Marco Antonio y Cleopatra,

y mil amantes cualquiera, jurando que el amor mata;

fuimos la fe de los amores devotos,

el tú y el yo, que se convirtió en nosotros"

¡Qué fácil que es vivir sabiendo que vos estás ahí! En el gimnasio o en las clases de baile o en el café o en el bar o en cualquier aventura que se nos ocurra; o simplemente en tu casa (o en la mía) con una cena deliciosa y una charla que sé que no me va a defraudar, para luego comernos aún más delicioso y ver la tele hasta quedarnos dormidos.

 

¿Por qué te compartí la canción de Arjona? Porque me siento identificado con la frase que dice:

"Yo te amo, y es difícil

confesar que estoy muriendo por vivir,

yo te amo, y es tan frágil

que le tengo tanto miedo al porvenir"

Y es que sí le tengo miedo al porvenir, ¿te acordás cuando te conté de la muerte de mis abuelos mientras te justificaba que vale la pena correr el riesgo de amar? Pues sí, si lo creo, por eso te lo dije, pero el hecho de que valga la pena no hace que dé menos miedo perder la aguja luego de haberla encontrado en el pajar.

 

Han sido meses muy intensos, de tachar cosas del check-list que se va construyendo a esa misma velocidad. Pase lo que pase, siempre voy a estar agradecido con vos por toda la felicidad que me has regalado en este tiempo.

 

¿Cuáles serán nuestras próximas aventuras? (Pregunta retórica)

 

Tal vez exageré un poco cuando escribí "Probabilidad conjunta en la búsqueda de pareja", o tal vez somos mucho más afortunados de lo que hemos dimensionado.

 

-¿En qué pensás? - me preguntaste cuando yo estaba terminando de decirte en mi mente todo esto que te acabo de escribir.

-En un montón de cosas - te contesté mientras sonreía.





Comentarios